Con mi mujer llevamos 35 años de casados. Dos hijos, profesionales e independientes. Hacia un tiempo que ella me contaba de su amiga Susana, que había ingresado a un club de intercambio de parejas. Acordamos ingresar al club para conocer y evaluar si nos gustaba. El evento era un viernes a la noche. Nos preparamos individualmente, no repare en los detalles de mi esposa. La vi brillante con un vestido azul, contorneando su cuerpo. Acordamos acompañarnos en nuestras ediciones en el boliche. Llegamos, ingresamos a un salón y bar general, con sillones y bancos en círculos casi en penumbra. Nos ubicamos en un extremo. Fui al bar y ordené dos martinis para arrancar la noche. Habían un par de parejas en distintos sectores. Vuelvo con los tragos y un joven musculoso estaba charlando con mi esposa. Lucia un pantalón elastizado ajustado que dejaba ver que estaba muy bien dotado. Me saludó amablemente y se retiró. Noté a mi mujer muy excitada. Ella me dijo lo contrario. Bebimos tranquilamente, cuando ingresa su amiga con su pareja y se dirigen a departir con nosotros. La pareja de su amiga se dirige a otro sector, ella se sienta a mi lado y comienza a intimar conmigo , mi mujer para dejarnos solos se dirige a la barra por tres tragos, excitado con su amiga, no la pierdo de vista, por celos, inexperiencia. la veo recostada en la barra, cuando aparece el joven musculoso con el que departiera al principio. La toma de la mano y la lleva a un sillón en semi penumbras. Me incorporo, seguido de su amiga. En la penumbra veo que el levanta su vestido -ella no tenía bragas – abre sus piernas y clava su lengua en su coño…la acomoda en el sillón y la penetra, oigo un quejido fuerte. Su amiga me toma del brazo y me dice, déjala ya la penetró. El es muy bien dotado la va hacer gemir…yo no cogí, mi mujer si. Gimió por treinta minutos. Me contó que le dolió y que el le acabó tres veces… ahora espera el próximo viernes…

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