(Final del capítulo 4:

Los dos reímos, luego lo dejé en la oficina adonde él iba y le pregunté si podría regresar solo a casa, él me confirmó q sí, q no tendría problema con ello y nos despedimos con un beso en la mejilla q él casi me lo dio en la boca… yo me retire sonriendo coquetamente, pero ya cuando iba lejos d donde lo deje voltee para donde se había quedado y aún estaba ahí parado, mirándome desde lejos, entonces los dos agitamos la mano sonriéndonos para despedirnos d nuevo… 

Yo iba caminando otra vez hacia el metro, pero entonces caí en cuenta q llevaba en mi rostro una sonrisa q me dejaba en claro algo… no sabía q pasaría los siguientes días con Joaquín, pero lo q si sabía era q otra vez me sentía contenta, después d tanto tiempo parecía q d nuevo era feliz…)

Bueno pues resulta que esa misma noche nos reunimos sin querer en la cocina mi mamá, Lorena, Karlita y yo para merendar, cada quién lo suyo claro, pues cada una tenía su propia dieta, y al ratito llego Joaquín, mi mamá lo invito a sentarse con nosotras para q merendara algo, pero como nadie se levantaba para servirle pues yo tome la iniciativa y me levante para prepararle algo, él solo quiso un sándwich de jamón con queso y café con leche, todo tamaño jumbo claro porque así son los hombres, comen mucho jajaja.

El quedo sentado junto a mí, pero no fue ninguna casualidad, así lo busco él, pues cuando ya todos estábamos sentados él varias veces me estuvo acariciando la pierna bajo la mesa y yo mientras tanto me reía d todo, pues estaba muerta d los nervios.

Total, q termino la merienda y cada uno se retiro a su recamara, pero ya muy noche como a la 1 de la madrugada Joaquín llamo silenciosamente a mi puerta, me levante y le abrí, así como siempre he dormido, con mi pura playerita del pijama y mi calzoncito pequeñito, y lo jale rápido para adentro diciéndole;

– Que paso?… no puedes dormir?…

– No, no puedo… es que no puedo dejar d pensar en ti, la verdad me gustas mucho Angelito y necesitaba verte, ¿podemos platicar un rato?…

– Sí claro, pero no voy a encender la luz porq podría venir alguien, ¿mejor así a oscuritas para no llamar la atención ¿no crees?…

– Si claro, es mejor…

– Pero vente, vamos a mi cama…

– Si ¿pero hay q meternos bajo las cobijas no? porq ya estabas acostada y no quiero q t enfríes por mi culpa…

Así q los dos ya acostados en mi cama y bajo las cobijas nos quedamos mirando mientras yo le sonreía tiernamente, entonces me pregunto;

– ¿T gustan los chocolates?…

– Mmmm… pues casi no acostumbro a comerlos, pero si, si me gustan ¿por qué?… ¿me trajiste uno?

– Si…

Y me puso enfrente un chocolate Ferrero-Rocher, entonces yo le dije;

– ¡Ay q rico! ¡Esos me encantan!… pero ya tengo mis manos bajo las cobijas y no las quiero sacar para q no se me enfríen –y mirándole con mis ojitos d traviesa termine– ¿me lo puedes dar tú en la boca?…

– Pero por supuesto – me dijo él muy contento —

Y sin mediar más palabra se colocó el chocolate en su boca y me lo ofreció en la mía y así nos empezamos a besar mientras compartíamos al mismo tiempo el chocolate, nunca me habían dado a comer un chocolate d esa manera ¡y me encanto! El chocolate estaba delicioso claro, pero lo q más me gusto fue la manera como él me lo dio en la boca ¡fue algo exquisito!

Y enseguida empezó a recorrer mi cuerpo con sus manos, acariciando mis nalgas, mis piernas, mis pequeños senitos, toda me recorría con ganas y yo en cuanto terminamos el chocolate me monte sobre él y me zambullí dentro d las cobijas bajando hasta encontrar su verga, le baje al pantalón deportivo q llevaba puesto, luego su bóxer, entonces arrojé las cobijas al suelo y le pregunté con mi clásica picardía;

– ¿Puedo saborear ahora este rico chocolatote?…

– Jajajaja claro q puedes princesa…

– Pero te advierto q no me lo voy a sacar d la boca hasta extraerle todo su relleno cremoso eh…

Y él riendo me respondió;

– Sí, pero así no… mejor así…

Y me volteo para q quedáramos en un 69, yo comencé a chuparle su rica verga, saboreándola centímetro a centímetro, me la metía completita a la boca empapándola con mi saliva, la verdad q Joaquín tenía muy buena verga y yo la estaba disfrutando mucho.  Y él mientras tanto me daba una comida d culo q me tenía gimiendo, derretida d excitación.  Ambos nos estábamos gozando d lo lindo, hasta q lo hice correrse en mi boca y tal como le había dicho me tragué ¡todo su semen! Sin desperdiciar ni una gota.  Sabía un poco diferente al d Manuel, pero este también estaba rico.

Luego me recostó en la cama y nos retiramos las ropas por completo, momento q aproveche para coger d mi buró una cremita para lubricarme el ano con ella antes d la acción q se venía, luego me levantó las piernas recargándolas sobre su pecho y yo solo le pedí q por favor fuera cuidadoso y gentil conmigo, q me la metiera despacito y dándome mi tiempo porq tengo mi culito muy pequeño y estrecho y me cuesta un poco d trabajo q me entre toda y además ya tenia tiempo d no tener sexo.

Y él muy caballeroso me dijo q sí, q no me preocupara, q me trataría con mucho cariño para no lastimarme, como si fuera mi primera vez jajaja.

Así q poco a poquito y con mucho cariño me la empezó a meter despacito, solo un poquito, meciéndose con suavidad, y otro poquito, y así lentamente hasta q me la metió toda.  Su verga no era tan grande ni tan gruesa como la d Manuel, pero tenía el tamaño perfecto para mí, así q cuando ya la tuve toda adentro se la aprete bien rico con mi culito disfrutándola mucho y haciéndolo gozar a él también.

Después d tenerme un rato así me giro d lado y levantándome una pierna me la siguió metiendo otro rato, después me puso boca abajo en posición d perrita y me la volvió a meter, pero como para ese momento mi culito ya estaba bien abierto y lubricado ya se animó a ponerse un poquito más rudo conmigo, me hizo recargar mi carita d lado sobre la cama y llevo mis abrazos hacia atrás tomándome d mis muñecas y así me jalaba hacia atrás mientras me penetraba bien rico, ¡duro y rico! haciéndome gemir como una puta gatita en celo.

Al mismo tiempo me excitaba aun más el saber q Joaquín me estaba dando d lo lindo en mi propia recamara mientras todos los demás dormían en sus habitaciones, y yo pensaba… si mi padre pudiera ver como me tiene ahorita su ahijado bien empinadita d nalgas para él y lo rico q me está dando por mi culito con su rica verga aquí en mi cama, seguro q le daría un soponcio jajajaja.

Total, q termino como era d esperar, corriéndose bien rico dentro d mí y dejándome mi culito bien mojadito y escurriendo su leche, después me abrazo por la espalda con mucha ternura, cubriéndome d besos la oreja y la mejilla y agradeciéndome la exquisita sesión d sexo q habíamos tenido.  Nos cubrimos d nuevo con las cobijas y nos acurrucamos para dormir un rato, yo quede tan cansada q ni me di cuenta cuando me quede dormida como un bebe.

Pero por la mañana muy temprano me volvió a despertar sus caricias en mi cola, era evidente q le encantaban mis redondas nalgas y por ahora eran suyas, para q gozara con ellas todo lo q quisiera, así q comenzamos a amarnos d nuevo.  Me colocó boca abajo, me lubricó d nuevo el ano con la cremita y se montó sobre mí y me volvió a penetrar ¡bien rico!… luego ya un poco más despierta fui yo la q me monte sobre él y lo cabalgue por un buen rato mientras él se daba vuelo acariciándome mis pequeños senos.

Luego él se incorporó quedando sentado sobre la cama y yo sentada sobre él, bien ensartadita en su rica verga y así estuvimos un rato, yo meneándole mi cola en círculos disfrutando la penetración mientras el me acariciaba las nalgas y nos comíamos a besos.  Pero yo controlando con mi culito el ritmo d la cogida, apretando y soltando, acelerando y frenando según fuera necesario para prolongar al máximo su placer, hasta q el pobre ya no podía más y entonces sí, me moví como una licuadora para q los dos nos corriéramos al mismo tiempo.

Y los dos nos corrimos juntos ¡riquísimo!, el gruñendo como un macho en celo y yo gimiendo como una hembrita en brama.  Cuando terminamos me deje caer junto a él con mi mano acariciando su pecho, exhausta pero feliz;

– ¡Ay, pero q rico me cogiste Joaquín! ¡Muchas gracias!

– No, gracias a ti primor ¡eres sensacional!… ¡me fascinas!… tienes un par d nalguitas ¡perfectas!

En ese momento comencé a experimentar una sensación ¡tan hermosa!, una paz como nunca la había sentido, era una cálida sensación d bienestar tan agradable, q hasta se me mojaron mis ojitos d la felicidad q estaba sintiendo.  Joaquín lo noto y me pregunto;

– ¿Qué paso bebita?… ¿por qué lloras mi amor?… ¿T lastime acaso?…

– No, tonto… estoy llorando d felicidad ¡porqué me regalaste una noche increíble!

Y me abrazó para comerme la boca a besos otra vez… después le propuse;

– ¿Te parece si nos bañamos para bajar después a desayunar?

– Si claro

– ¿Quieres bañarte tu primero? -le pregunte-

– No ¿por qué no mejor nos bañamos juntos mi amor?

– Ah, bueno… pues nunca me he bañado con un hombre, pero, si, está bien, me gusta la idea jajaja…

Y así nos metimos los dos juntitos a la ducha… allí bajo el chorro d agua calientita me enjabonó todo mi cuerpo pasándome la esponja por todos lados, sin dejar ni un rinconcito, aplicando especial empeño en mis nalgas y mi culito y cuando lo tuvo bien enjabonado, se enjabono abundantemente su verga, me inclinó apoyada con mis manos contra la pared y así me volvió a meter su verga ¡bien paradota!… y me tomaba d mi cintura y me la metía tan rico q hasta me levantaba del piso ¡con el puro poder d su verga!… y como yo sabía q encerrados en el baño y con el ruido d la regadera mis gemidos no se escucharían, pues entonces sí, me di vuelo gimiendo con todas mis ganas d lo rico q me cogía;

– ¡Aaayyyyy Joaquìiiiin!… ¡que riiicoooo papi!… ¡q rico me la metes toda mi amor!… ¡me gusta!… ¡me encanta!… ¡me vuelves loca papito lindoooo!

– ¿Sì?… ¿t gusta como t cojo mami?… es q tienes unas nalgas deliciosas bebe… ¡estas exquisita!… con gusto t cogería todos los días mi amor…

Así me la estuvo metiendo todo lo q quiso hasta q se vino bien rico dentro d mí, cuando me la sacó me gire para ponerme d rodillas frente a su verga y llevármela a la boca para saborear los restos d semen q le quedaban.  De pronto me aviso q quería orinar, pero yo no me retire, mantuve sujeta su verga con mi mano y con mi carita traviesa le pedí q orinara así, usando su verga como una manguera, bañándome toda con sus orines, q me caían sobre mi carita, mi pecho, mis senos y todo mi cuerpo, enseguida me levante rápido e inclinada frente a él le pedí q dirigiera los últimos chorros d orín contra mis nalgas mientras yo misma me las abría para q el chorro diera directo contra mi culito. 

¡Estuvo fenomenal!… nunca me habían hecho algo así ¡y me fascinó!, no sé ni porqué se me ocurrió, pero estaba tan excitada y erotizada q me pareció algo muy sensual q Joaquín me bañara toda con sus orines d macho, como si me estuviera marcando como la hembrita q soy.  Aunq debo reconocer q algo d su orín pues lógicamente cayó dentro d mi boca y su sabor la verdad no me gusto jajaja.

No es q supiera feo, pero me pareció un sabor demasiado salado, como mineral, vaya como muy metálico, no sé, pero no me gusto, y en cambio el sabor del semen si me gusta, me encanta q los hombres me alimenten con su leche.

Bueno pues total, terminamos d bañarnos, nos arreglamos y como ya no había nadie en la casa pues bajamos tranquilamente a desayunar.   Mi mamá bien linda había dejado preparados una cazuela con chilaquiles rojos picositos, así q le preparé una buena costilla asada con chilaquiles cubiertos con mucha crema y mucho queso, café y pan.  Y luego lo acompañé a la central d autobuses a q abordara su autobús d regreso a Guadalajara.  

Nos despedimos muy cariñosamente y nos prometimos volver a vernos pronto.  Pero yo ya sabía q eso no pasaría, ya había aprendido q es muy difícil para una chica trans mantener una relación estable, un novio, mucho menos un esposo jajajaja, eso no es para nosotras.  Pues también sabía q las chicas trans como yo no somos para un solo hombre, una sola verga no es suficiente para nosotras, porq nuestra naturaleza es muy fogosa y ardiente, somos d culo ¡muy caliente! Y nos gusta experimentar con distintos hombres, conocer vergas d todos tamaños, colores y sabores jajaja.

Y eso lo comprobaría muy pronto… pues un tiempo después, mi padre tuvo un trabajo donde le requirieron construir una escalera muy peculiar, casi una obra artesanal.  Y para ello tuvo q contratar a dos herreros para q le fabricaran en la bodega las piezas metálicas q requería y como fueran avanzando él se las iría llevando a la obra para ir armando la escalera y hacerle el demás trabajo necesarios hasta terminarla.

Yo estuve observando todo el encuentro donde se pusieron d acuerdo desde el anonimato d mi recamara jaja… pero desde q vi a los herreros y supe q estarían trabajando en la bodega me empecé a emocionar y mi culito d nena me empezó a palpitar d ganas, uno d ellos el mayor tendría unos 45 años con barba y bigote y el otro q se veía más joven tendría como unos 35 años solo con bigote.

Pero los dos se veían re lindos, altos, corpulentos, rudos… ¡ay se veían bien machotes! Como me gustan jajaja.  Y desde ese momento me propuse seducirlos para q me hicieran suya, tenía q ser la hembrita d esos preciosos machos… 

Bueno, pero para no hacer tan largo este relato, eso se los contare en el relato siguiente, muchas gracias por leer mis relatos querid@s lectores, los amo a tod@s ¡Miles d besos! 

CONTINUARA…