Hace unos pocos años, antes de conocer a Guti, Romina conoció a un chico muy guapo al que se iba a tirar.

Cuando empezaba a desnudarse, alguien entró por la puerta, era la esposa del hombre, ella optó por esconderse en el balcón, pero la mujer, sospechando, fue hacia donde estaba ella, asustada, vio que si caía bien , podía parar a un patio.

Así que decidió saltar hasta abajo, pero cayó mal y pegó un grito pero al parecer no había nadie, por lo que intentó salir en silencio cojeando.

Entró en una habitación donde le sorprendió ver a un chico de 14 años masturbándose con unos cascos puestos, para cuando quiso huir, ya le habia visto.

-Espera, no vayas por ahí.

-Siento haber entrado así, a sido un accidente.

-No, espera, mi padre está ahí acostado, si te ve te puede denunciar, espera a la noche.

Romina aceptó y se quedó en la habitación con el chico con un calenton al estar con ese pivón en ropa interior.

-Quiero hacerte una pregunta.

-¿Que pregunta?

El chico se bajo los pantalones y dijo:

-¿La tengo pequeña?

-¡Oh no guardatela!

-Pero si ibas a ver una, no ves como estas, casi desnuda.

La chica se levantó, pero el chico la agarró y accidentalmente le cogió su polla, al notarla tan caliente y tan dura, dijo:

-En fin, no es tan pequeña.

Romina comenzó a chupársela, mientras el chico se tumbaba y le ponía las manos en su trasero y la azotaba sin hacer mucho ruido. Después ella se quito lo que le quedaba de ropa y se puso encima de su polla y comenzó a follar, mientras el chico le chupaba las tetas.

-Eres perfecta, tienes un buen culo, unas curvas y unos pechos de espanto.

La chico siguió follando y gimiendo casi a susurros.

Después se la volvió a chupar, cuando el chico se corrió lo hizo en su cara, pero ella siguió chupando con adicción, mientras el chico seguia soltando el semen.

Despues de toda la tarde, Romina acabó cansada de chupar.

-Te aconsejo que te quedes aquí no puedes ir por la noche sin ropa.

Romina se durmió, a medianoche, el chico tocaba las tetas a Romina que estaba dormida, pero se desperto.

-¿Que crees que haces?

-Lo siento.

-Solo tenias que avisar.

Romina le hizo una cubana al chico, y mientras que jalaba su polla con sus pechos, le chupaba la punta con la lengua.

Al amanecer, Romina se despidió dejandose follar a cuatro patas al chico.

-Espero que vuelvas a saltar por aquí.

-Quizas me pase algún día.