En la ducha con mi amigo

Os contaré algo que me pasó cuando tenía 18 años. Trabajaba en una oficina, y allí había un chico que se llamaba Jorge. Moreno, delgado, buenísimo, no hacia más que mirarle, y un día se fue al servicio y yo tras él, pues nos pusimos a mear juntos por que sólo hay dos urinarios, y él se puso a mirar para el otro lado, así que yo aproveché a ver si le veía su rabo, y vi como acababa de mear y se bajaba y subía la piel dejando al aire un precioso capullo húmedo, luego se estiró de la piel para cubrirlo totalmente y me dijo «hasta luego tío.!»

Un día estábamos en la playa y estuvimos hablando un rato, yo le miraba y no podía evitar empalmarme un poco, creo que lo notó. Le dije:

– Oye, no tengo agua en casa para ducharme, ¿te importa que me duche en la tuya? llama a tu madre y le preguntas.

Me contestó que estaba sólo por unos días y que claro que podía ducharme en su casa. Llegamos a su casa y dice:

– Primero me ducho yo y luego tú, ¿vale?

– ok !

Mientras él se duchaba, yo me fui a la cocina y cojí su bañador que había metido en la lavadora y me empecé a masturbar oliéndolo, entonces me llama y me dice que le llevara una toalla de su cuarto. Total que llamo a la

puerta y meto la mano para darle la toalla y dice «pasa, pasa». Entré y allí estaba desnudo en la ducha empapado de agua con su preciosa polla a medio empalmar y claro, yo con el bañador puesto pues también se me notaba, le dije que no veas como estaba, jeje, y él me dice:

– Pues yo creo que la tengo mas grande que tu!

– No creo…

Y le pregunto que si las comparamos, el dice que sí, yo me bajo el bañador y la tenia durísima, él dice:

– Claro! así ya podrás!, yo no estoy empalmado del todo!

Y se empezó a masturbar hasta que se le puso durísima, entonces me acerqué y las pusimos juntas. Más o menos eran iguales, entonces me miró y me dijo:

– Me dejas…?

Yo asentí y él se agachó y me la empezó a chupar muy despacio y metiéndome las manos entre las piernas, estuvo así un rato. Luego se metía los huevos en la boca mientras me subía y bajaba la piel, me salía presemen sin parar, y él lo restregaba por mi capullo. Cuando casi no podía más, le levanté y nos besamos un rato enorme sintiendo nuestras poyas una contra otra. Entonces me agaché y me metí la suya en la boca, primero solo la punta y luego entera

mientras con la otra mano le acariciaba el culo. Cuando llegué cerca del orificio noté cómo se abrió un poco de piernas y llevó mi mano hacia allí, entonces yo le empecé a tocar por los alrededores del agujero pero sin meter el dedo. Jorge cojió mi mano y me chupó un dedo y me dijo muy suavemente:

– Métemelo!

Entonces yo le seguía chupando muy despacio y metí mi mano por entre las piernas y llegué al agujero y poco a poco le metí el dedo hasta dentro. Él se estremeció y se agachó un poco para que entrara bien y a mi me dio un gustazo enorme el sentir el dedo dentro de él. Entonces dijo:

– ¿Vamos a la cama?

Yo le contesté que nunca había hecho nada en una cama. él dijo:

– No te preocupes que yo te enseño…

Nos secamos y nos fuimos a su cuarto que tenia dos camas. Entonces él me empujó encima de la cama y me empezó a besar y a chupar todo el cuello. Yo tenía la polla enorme y llena de líquido. Luego bajó por el pecho y cuando llegó a mi rabo se lo metió suavemente en la boca y empezó a succionar.

– Si no paras me corro!… – le dije.

– Espera! que voy a por una coca cola…

Y se fue. Yo casi estaba a punto de correrme y empecé a pensar en otra cosa. Al minuto entró con dos latas de coca cola y me puso una en la poya, y claro, se me bajó un poco. Entonces me dijo:

– ¿Te gustaría meterla?

Yo le contesté que nunca lo había hecho, que me daba no sé qué. Yo estaba sentado en la cama con las piernas colgando. Se agachó y se metió mi polla en la boca hasta que me la puso súper dura y sacó un condón de la cartera, me lo puso (era mi primer condón, jeje) luego sacó un botecito de vaselina al agua ky y me dio por todo el condón, y se puso a cuatro patas en la cama, y con un dedo se dio por el agujero y dijo «venga, despacito». Yo me puse detrás y puse mi polla en la entrada de su culo y empujé un poquito, y cuando vi cómo entraba, Diosssssss!!!, se la metí muy despacio hasta dentro y sentía su calor en mi rabo. Entonces dijo «muévete!» y empiezo despacio a culearle y era como un orgasmo larguísimo sin eyaculación. Él empezó a gemir y a decir «más! más!» Luego dijo «espera!» se dio la vuelta y se puso boca arriba con sus pies en mis hombros y se la metí viéndole la cara de gustazo que ponía y mientras, él

la tenia durísima, y no paraba de masturbarse. Estuvimos así como 10 minutos y de pronto dice «me voy a correr! empuja más!» Yo empecé a darle mucho más fuerte, y de pronto dice «mmmmmmm ufffffffff!!!!» y sentí cómo su culo se encogía alrededor de mi rabo con cada chorro de leche que echaba mientras se corría, y decía «no te corras! que quiero ver tu leche mezclada con la mía»

Le conté 5 o 6 chorritos de semen, y dijo «ahora tú». Se la saqué y me quité el condón, me la toqué un poco y sentí cómo venia de dentro de mí el mayor orgasmo que había tenido hasta la fecha y empecé a soltar semen encima de

Jorge, mezclándose con el suyo, y yo creía que no acababa nunca de salirme, pues ya había pasado el orgasmo y todavía me seguía saliendo. Luego con los dedos mezclamos nuestras leches en su cuerpo y me dijo:

– ¿Qué tal?

– Uufff!

– ¿Te gustaría repetir?

– Pues no se, creo que sí, pero ahora mismo no me apetece.

– ¿Te gustaría probar por detrás?

Yo me quedé pensando un rato, y después de ver lo que había disfrutado le dije que más adelante sí, y así fue, pero eso es otra historia….