Me pusieron en posiciones que no podía ni imaginar: manos detrás de la cabeza, lengua afuera, con la espalda arqueada, dejándome completamente expuesta. Cada vez que mi cuerpo reaccionaba, cada vez que me movía buscando más, se detenían. Me miraban con esas sonrisas cómplices, como si estuvieran disfrutando demasiado de mi lucha por obedecer.

No les bastaba con que me quedara quieta. Javi tomó mi barbilla y me obligó a mirarlo. ‘Saca la lengua,’ me ordenó, y lo hice. ‘Así, no quiero que la metas hasta que lo diga.’ Mientras tanto, Luis me movía como si yo no fuera más que un juguete, sus manos firmes en mi cintura, guiándome a esa postura humillante que ambos querían.

El problema era que no podía controlarme. Apenas me rozaban, mi cadera se movía buscando sus vergas y eso solo les daba otra excusa. La primera nalgada me sorprendió, el sonido resonando en la habitación, pero no dolía tanto como las palabras que la acompañaron. ‘¿Qué te dijimos sobre moverte?’ me decía Javi, burlándose mientras me daba una cachetada.

Por otro lado,Luis no perdió el tiempo. ‘Eres patética,’ susurró, inclinándose hacia mí. ‘No puedes ni quedarte quieta cuando te lo pedimos. Pero claro, eso es lo que te gusta, ¿verdad? Que te usemos como la muñeca inútil que eres.’ Su tono era cruel, hacía que mi coño se mojara tanto.

Y no se detuvieron ahí. Cada vez que rompía sus reglas, me reposicionaban. Me obligaban a arquear la espalda aún más mientras estaba de cuatro, a mostrarme de formas que hacían que mis mejillas ardieran. Me ponían de rodillas con la boca abierta y se turnaban para follarme la boca. Me dijeron que no podía hablar, que no podía bajar la cabeza,ni cerrar la boca.Solo podía quedarme ahí, con la lengua afuera, esperando a que ellos decidieran qué hacer conmigo.

Terminaron orinandose en mi cara mientas tenía la boca abierta.

Me humillaron, me llevaron al límite, y aunque no podía responder, creo que ellos sabían cuánto lo estaba disfrutando. Porque al final, no podía negar que todo eso, toda esa sumisión, era justo lo que yo había pedido.