Era un nuevo día, un nuevo ciclo escolar estaba por comenzar. Llegué al edificio, no sabía bien por donde ir, pero al final tras preguntar un par de veces llegué al aula donde tenía que estar. Una vez allí dos chicas me miraron, y poco tiempo después de miraron entre ellas y comenzaron a cuchichear. Yo pensé que estaban hablando de cualquier cosa, no sobre que hacer conmigo ese mismo día, pero tiempo después supe que fue la segunda opción, pero no nos adelantemos.

Cuando termino de llegar los que serían mis nuevos compañeros de clase el tutor nos dió la chapa de que esto ya no iba a ser fácil y bueno, el mismo rollo curso tras curso, esa cosa dura siempre como 5 o 6 minutos, tras eso te dan tu horario y te vas para casa. Eso sería lo lógico, pero al momento de que salimos de clase una compañera de clase propuso tomar algo en un bar para que nos conozcamos. Nadie parecía rechazar la oferta y así, un grupo de como 20 compañeros se dirigieron a uno de los bares próximos al instituto.

Ya en el bar, nos comenzamos a presentar y ha decir un poco lo que nos gusta, algunas chicas ya comenzaron a hablar de quien les gustaba más, mientras los chicos hablaron de echar un fútbol después para conocerse de forma más “masculina”. Las dos chicas que antes me miraron en clase ahora ya lo hacían con algo menos de descaro, y se nuevo volvían a hablar entre ellas sin que nadie las escuchara. Al cabo de un rato ya nos íbamos yendo todos del bar para poner rumbo a nuestra respectiva casa, pero una de esas dos, de nombre Nuria se me acercó.

Me dijo que le parecía muy majo y que quería saber si tenía problema en ir a su casa con su amiga Celeste a pasar la tarde y seguir hablando un poco de nuestras vidas. Yo ahí comencé a sospechar que quería algo más, pero terminé aceptando, y agradezco haberlo hecho. Al llegar a su casa sus padres no estaban por motivos laborales, así pues la casa estaba para nosotros tres. Comenzamos a hablar y cada que hablaba me sentía muy observado por Nuria y Celeste, hasta que en un momento Nuria me besó la boca y Celeste me sacó la polla y comenzó a chuparla. 

Yo me aparté como pude y las dije que a qué vino eso. Ellas dijeron que querían follarme y sacarme leche con sus cuerpos, a lo que las dije que yo aún era virgen y que no estaba seguro de si quería que mi primera vez fuera con dos chicas a las que acababa de conocer ese mismo día. Nuria dijo que le gustaban los chicos vírgenes y que los hacía disfrutar mucho, a lo que Celeste añadió que me iban a hacer disfrutar mucho de mi primera vez si es que aceptaba hacerlo con ambas. Dude un poco de su propuesta, pero al final decidí aceptarla.

Ambas estaban contentas me dijeron que querían ver quien lo hacía mejor y un chico virgen era el indicado para decidirlo. Celeste comenzó a sacarse la ropa y un par de tetas grandes hicieron que se me levantase, ante lo que ella me dijo que le gustaban obedientes como la mía. Yo me sonrojé, Nuria aprovechó y me tiró a la cama cogió unas cuerdas y me ataron entre ambas. Me dijeron que me iban a torturarme para sacarme toda la leche posible y más. Celeste fue la primera, y es que con su par de tetas comenzó a hacerme una rica cubana, la primera que me hacían para ser exactos y era un placer aquello que no soy capaz de describirlo a día de hoy como lo sentí, no sé si fue porque me lo hizo ella o porque fue la primera. Aprovechó para empezar a lamerme la polla bien y tardé segundos en venirme, ante lo cual ambas chicas se rieron. Al poco me dijeron que si que era virgen y es que no duré nada con algo tan básico.

Y así tras eso Nuria se puso junto con Celeste a chupármela bien rico, me hacían venirme de aquí para allá en tiempos récord, yo no podía más que ver y sentir con que técnica hacían estremecerme a mí y a mi polla para sacarme semen a diestro y siniestro. Nuria no se quedó atrás y también se desnudó, no lo dije, pero me gustó mucho más ella que Celeste, salvo el culo, ahí ella ganaba de sobra. Las tetas de Nuria se juntaron con las de su amiga y en medio estaba mi polla como si estuviera en medio de algodón de azúcar el cual necesitaba un poco de leche por encima y eso es lo que hicieron, sacarme leche con esos dos tremendos par de tetas. No duraba nada en ese paraíso y es que a los cinco segundos fue la primera descarga, seguida de otra en los siete próximos y así fueron cinco las que me hicieron venirme en esas nubes.

Pasaron de sus bocas y tetas a sus manos y es que me dijeron que iban a enséñame como hacer una buena paja y es que según ellas las mujeres saben hacer una mejor paja a cualquier hombre que este mismo a si mismo. Parecía algo que no tenía sentido alguno, pero…, ¡joder! Aquello era cierto, comenzaba siendo una clásica paja, pero cuando notaban que estaba arriba presionaron hacia abajo y ahí la giraban y la subían sin que dejase de subir, para rematar un par de dedos rápidos en la punta de mi polla haciéndome cosquillas y una explosión de semen inundó la cama y la habitación de Nuria, además de las caras y cuerpos de ambas perras de mi clase.

Estaba alucinando al pensar que estas dos iban a ir a la misma clase que yo, eran unas locas del sexo y hacían venirte en segundos, quería que fueran para mí, pero era yo el sumiso de esas dos chicas, por lo que no podía ser así, ellas podían conseguir a cualquiera de los chicos de clase tan fácil como me consiguieron a mí. En lo que estaba en mis pensamientos Nuria puso su coño en mi boca y Celeste metió mi polla en su culo, ambas se besaron y mientras la primera me dijo que chupara bien y suave, la otra comenzó a botar y hundir su culo en mi polla. Como ya dije antes el culo de Celeste era mejor que el de Nuria y es que sin que Nuria me haya metido mi polla en su culo el de Celeste ya se notaba mejor. Era duro y rico y me sacaba leche cada que bajaba y giraba y al fin tan varias descargas logré hacer venir al coñito de Nuria.

Ambas se rieron y se cambiaron de posiciones, no sin antes darme un beso de dos en mi polla. Ya una vez cambiaron posiciones Celeste se cambió de posición y es que en vez de poner su coño en mi boca y ya, ella se tumbó para chupar mi polla cada que Nuria la levantaba de su culo un poco. Que decir, aquello era una tortura en toda regla y es que no podía apenas chupar el coño de Celeste ya que cada que ella tenía oportunidad me la chupaba para hacerme venir en segundos. Y es que tras un buen rato logré hacerla venir y como no, fue a la par que ella y Nuria me hicieron venirme a mí.

Ellas dijeron que no estaba mal para un virgen como yo, pero que aún no habían terminado, que esto solo era el comienzo de la noche. Yo estaba en shock, no podía aguantar más tiempo ahí y para colmo fueron con la artillería pesada y es que Nuria puso sus pies en mi boca y nariz y su culo en mi pollaoss mientras que Celeste por detrás mío me chupaba el culo, pues me dijo que el punto de placer de los hombres se encuentra en el culo y que razón tenía, estuve en la gloria y encima los pies de Nuria me hicieron excitarme más si cabe. Tras terminar con ella fue el turno de Celeste, a la par que Nuria me chupaba el culo. Fue igual, volver a sentir el cielo en cada segundo.

Ya estábamos llegando al final de aquella vez y es que al ver lo mucho que me excitaban los pies decir decidieron sacarme leche al completo y así fue como una me tapaba la boca con sus pies y me hacía olerlos y lamerlos mientras que la otra me hacía una paja de pies y bueno que decir, no duré ni diez segundos en los pies de Nuria, eran tan suaves y hacían tan bien su trabajo que al durar tan poco me pidió más leche y eso hizo, un par de rondas más de sus pies sacándome semen fueron inevitables. Amaba su forma de hacerlo, por si fuera poco sus pies eran suaves y es que con solo tocarme la polla ya sentía mi semen comenzar a subir. Para finalizar como es costumbre, cambiaron de posiciones y es que ahora eran los pies de Nuria los que tapaban mi boca y su sabor era impresionante, a la par, los de Celeste me sacaron leche un par de veces.

Para terminar esta tarde me dieron un beso a la vez en la boca el cual yo correspondí, mientras que mis manos fueron a sus tetas, cada mano a las de una y las apreté, les gustó mucho, tanto que me tiraron a la cama de nuevo y me dieron un beso doble en la polla y aprovechando eso me la chuparon entera, con huevos incluidos hasta llegar a la punta donde con un beso y una lamida final me sacaron el último chorro de semen, el cual disfrutaron mucho, ya que me lo enseñaron en sus bocas de perras.

Para finalizar la historia decir que me dijeron de pasar la noche juntos, pues Nuria tenía la casa sola por ese día, cosa que acepté encantado. En el colegio ellas cada que podían me sacaban leche en el baño y es que al final fuí de ellas a pesar de haber más chicos, pues les gustaba que fuí único para ellas durante todo primero de la eso. En pocas palabras fui el perro de las perras de mi clase, las cuales me sacaban leche a placer.

Espero que os haya gustado esta historia, tanto como a mí recordarla. Nos vemos en la próxima, se despide de ustedes Diego Phoenix.