
Por
Por listo2
Cuando me fui a dormir me costó bastante rato conciliar el sueño pero el cansancio me pudo.
No es el tiempo que llevaba dormido pero me desperté sintiendo como una lengua entró en mi boca y por instinto la mía luchó con ella convirtiéndose en un morreo que junto con la mano que tocaba mi polla se convirtió en muy excitante.
Enseguida aquella boca se dirigió a mi polla y sentí como una verga empujaba mis labios para penetrarme, estos cedieron al empuje y mi boca acogió aquella verga y como si fuese un autómata comencé a chuparla igual que me la chupaba a mí no sabía si era Ángel o Ramón pero en pocos segundos derrame toda mi leche en aquella boca avisándole de ello.
Me quedé completamente satisfecho por mi corrida y justo en aquel momento sentí aquella boca volver a buscar la mía sintiendo que parte de mi corrida volvía a mi boca.
Cinco minutos por lo menos duró aquel contacto bucal tiempo en el que mi polla volvió a quedarse tiesa y sentía como la del hombre que me besaba también lo estaba.
Debía estar embrujado porque no se me ocurrió otra cosa que ofrecer ridículo de a cuatro patas sentí como habría un condón y se lo colocaba y automáticamente como me abría el culo dándome unos lengüetazos para luego apoyar aquella punta de su polla y con aquella presión comenzar a penetrarme sintiendo como sus pelotas comenzaban a golpear las mías no sentía un placer desmesurado ya que más bien era dolor y escozor pero era en simple hecho dejarme follar y convertirme en la puta que aquellos hombres querían.
Tenía un ritmo constante penetrándome y sacándola casi por completo mientras me acariciaba la espalda y de vez en cuando buscaba mi polla que se encontraba bien tiesa y balanceándose.
En plena follada entraron los dos hombres y la mujer y Fernando en aquella postura medio su gran pollón para limpiar de los jugos del coño de la mujer y soltar todavía algo de líquido lechoso.
Ramón era el que me ponía de puta para arriba y comentó a Silvia que me diese su coño y su ano para chuparlo esta no se hizo de rogar y enseguida sentí como fluía de su gran coño buena cantidad de líquidos y de su esfínter como estaba abierto.
Ramón hizo un comentario hacia ángel menudo cabrón estás hecho vaya par de putas que nos as traído.
Silvia contestó a Ramón mi marido no se queda atrás a este también lo follareis como una perra mañana.
El matrimonio se besó mientras este no paraba de encularme, ves aquí yo también recibiré mañana lo mío, y disfrutaré un montón ya que yo aunque no te lo parezca soy la puta de mi mujer.
Sus embestidas y su respiración agitada me comunicaba en que se iba a correr anunciándome que lo haría en mi boca para compartir con él su leche.
Se la saco y poniéndose delante de mi cara me la ofreció y yo abriendo la boca comencé a dejar follar el interior de esta pude sentir como llegaba aquel flujo de leche hasta mi boca y algo tragué para luego compartir en un buen morreo con el después quedamos exhaustos y por primera vez dormí con aquel hombre sintiendo sus caricias y besos.
A la mañana siguiente me levanté temprano para ducharme y preparar el desayuno para el resto, Fernando fue el primero que se aproximó para besar mi boca y tirando de mis hombros hacerme hecho para aquella verga que recibí con alegría en mi boca para luego volver a darle morreo y decirle que me dejase seguir hizo lo propio y así pasaron los tres hombres siendo Silvia la última venir para darme su boca.
El desayuno fue distendido conversaciones calientes insultos y Ángel ya en su papel de puta mientras Silvia lo insultaba y lo dirigía.
Silvia se había atado un arnés a su cintura con un dildo tan grande como el de Fernando y sorprendentemente fue la primera que comenzó a follar a su marido para luego dejarles Ramón y Fernando alternandose con ella misma.
Lo cambiaban de posturas una y otra vez y realmente se lo follaban sin compasión al punto que pude ver cómo sin tocarse la polla se estaba corriendo poco a poco.
Fernando sequito el cordón y acercándose a la boca de ángel le dijo que sacase la lengua que iba a recibir una gran carga de leche pude ver todo aquel flujo de leche blanca y espesa que salía de aquel pollón y como ángel iba recibiéndolo en su boca hasta que se la metió para terminar de correrse dentro de ella.
Silvia insultaba su propio marido y le llamaba de todo mientras ahora era Raúl el que insultándole hacia lo propio corriéndose en su boca, mientras la mujer seguía embistiéndole con dureza.
El resto de la mañana hasta la hora de comer fue para echar un baño en la piscina y broncearnos entre besos mamadas y demás.
Aquella mañana quedó bien claro que Ángel no follaría a su mujer en el resto de la semana y recibiría tanta polla como yo por el culo.
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