
Por
Anónimo
La zorra de mi mujer según la parte
Yo lo tenía muy fácil simplemente era negarme aquello y acabar divorciado pero aquel año había sido fantástico lo sexual y de alguna manera asumía mi papel de cornudo sumiso y bisexual.
Cuando acepte mi destino Marisa tardó un mes el encontrar al candidato con el que ella había chateado y conversado abiertamente sobre lo que quería de Él.
Yo no fui informado de ningún tipo de conversación ni la relación que ellos mantenían vía teléfono y chat a mis espaldas.
Un puente de tres días en la que el viernes era festivo salimos temprano para recorrer dos horas y media de carretera.
La mañana en cuestión madrugamos haciéndome yo una depilación con crema completamente exhaustiva, Marisa me obligó a vestirme con lencería y un mini vestido después me maquillo a conciencia y me puse una peluca.
Mi nerviosismo era total tanto como la alegría de mi mujer proteste por ir vestida tan zorra y cómo iba a salir así de casa, después me coloque un chándal me retiró la peluca y con unas gafas de sol bajamos hasta el garaje una vez y antes de entrar al coche me mandó retirar aquel chándal protesta y raramente como pretendía que saliese con esa pinta del edificio donde vivíamos a pesar de ser temprano, no me sirvió de mucho Marisa que llevaba un mini vestido se lo quito quedándose solamente con medias y lencería amenazándome con salir a la calle gritando y diciendo que la violaba.
Me quite el el ángel chándal me puse bien la peluca y sentándome al volante Susana se colocó el vestido y nos pusimos en marcha podía ver la blonda de las medias el inicio de las bragas de mi mujer pero también me daba cuenta que la blonda de mis medias y mis propias braguitas asomaban por nuestras cortas faldas.
Durante el trayecto lo tenía dormido que en algún control nos parase la policía pero en cierta medida podíamos disimular ya que íbamos los dos.
Era una zona con casitas adosadas en las que veraneaba a la gente o pasaba los fines de semana no estando todas ocupadas llegamos al número indicado y Marisa llamo por teléfono saliendo a recibirnos un hombre sobre los cincuenta y cinco alto fuerte fibrado moreno curtido por el sol con un pelo abundante en su cabellera con algún tatuaje y de aspecto elegante llevaba una camisa desabrochaba y unos pantalones cortos.
Entramos a la vivienda y por primera vez para mí vi como mi mujer se colgaba del cuello de aquel hombre para darle un morreo impresionante que duró un buen rato mientras esté subaculo de Marisa y esta entregaba su boca lascivamente.
La escena me dejó desencajada celoso paralizado.
Marisa_ bueno cariño aquí tienes Eduardo qué te va a hacer mujer y cornudo de verdad y a mí me van a follar bien follada.
Yo miraba aquel hombre con cierto miedo en aquel momento habría salido corriendo y me habría ido a mi casa a llorar.
Eduardo_ de verdad que no está nada mal a pesar de haber visto fotos de ambos creo que en persona esta es mucho mejor.
Marisa_ bueno Eduardo lo tenemos más que hablado aquí tienes a Susi para que la conviertas en tu mujer eso será el primer paso y luego le convertiremos en cornudo viernes sábado y domingo tres maravillosos días para disfrutar de todo ello.
Mis piernas me temblaba estaba paralizado completamente o mejor dicho paralizada por el camino Marisa me había indicado que tenía que mostrarme complaciente con aquel hombre y sentirme mujer como lo hacíamos en nuestros juegos de rol.
Para mí una cosa era aquel año en el que había sido femenizado y abusado por mi mujer y otra cosa muy distinta era encontrarme ahora vestida de mujer frente a un hombre tan alto como yo y algo más corpulento, fue la voz de Marisa la que me despertó de mis pensamientos absurdos.
Marisa_ Eduardo cuando quieras.
Eduardo estaba escasos dos metros de mi y avanzó hacia mí enseñándome con su sonrisa sus dientes blancos.
Eduardo_ bueno Susana voy a hacerte mujer y quiero que disfrutes de este momento y lo recuerdes de por vida será el inicio de tu camino como bisexual y te abrirá otras formas de placer.
Aquellas palabras y sus manos en mis caderas habían sonado muy tiernas y incluso románticas Eduardo comenzó a besar la comisura de mis labios mi cara el lóbulo de mi oreja y poco a poco volvió a acercar sus labios a los míos besándolos y modisqueándolos suavemente haciéndome entra a abrir los míos sin darme cuenta mi boca anhelaba la suya y este comenzó a penetrar con su lengua en mi boca respondiendo de la misma manera yo sentía como mi pene se hinchaba con aquel fascinante beso que me estaba dando y unos minutos antes lo había hecho con mi mujer.
Sus manos en mi nuca me apretaban fuertemente contra su boca y la pasión se desataba mis manos estaban apoyadas en su pecho desnudo y sin darme cuenta retiré la camisa para dejarla caer al suelo era atrapaba mi cuello mordiscó a mi oreja y dejaban descubierto mi hombro para seguir con su caricia.
Me sentía mareada poseída por aquel placer mi polla hinchada totalmente y mi vestido desapareció para quedarme en ropa interior separándose un paso atrás Eduardo para contemplarme.
Eduardo_ no está nada mal la chica y el inicio es prometedor creó Marisa que has hecho un buen trabajo que culminaré yo.
Mi mujer estaba en ropa interior sus braguitas su sujetador dejando sus pezones al aire y aquellas medias nos encontramos las dos de la misma forma ella lencería negra y yo en lencería blanca.
Fui yo la que volvió a avanzar hacia aquel macho para volver a borrearme como queriendo saciar mi ser y sin saber que el siguiente paso dar las manos de aquel hombre sobre mi piel desnuda masajeando mi espalda mis nalgas y todo lo del que le apetecía me habían encendido más si cabe mis manos recorrían su cuerpo y se paraban en el elástico de aquel pantalón deportivo en el que se apreciaba ya un buen bulto que rozaba contra mi entrepierna.
Eduardo_ veo Susanita que tú también ya estás caliente mira como me tienes a mí.
Claro que estaba caliente más de la cuenta y todo por besarme con un hombre por primera vez a un paso de mí tenía aquel corpulento hombre simplemente con aquel pantalón deportivo marcando un buen bulto y como sí estuviese poseída me puse de rodillas y cogiendo aquel elástico baje aquel pantalón asomó una buena verga gorda y sobre 18 cm completamente depilada con dos buenas pelotas colgando saqué aquel pantalón por los tobillos y mirandole a los ojos comencé a besar su grande sus testículos y sacando mi lengua comencé a humedecer toda aquella zona mirando a Marisa y Eduardo simultáneamente.
Estaba excitada y a la vez me daba cierto repudio asco hasta que cerrando los ojos comencé a introducirme aquello apoya la boca sintiendo el sabor de esta por primera vez enseguida comencé a chuparla como si me fuese la vida de ello sus pelotas su polla al punto de el hombre hacerme parar un par de veces por miedo a correrse.
Eduardo me acercó hasta el sofá en el que seguimos morreándonos y cogiendo mi cabeza me obligó a volver a tragarme aquella verga hasta atragantarme me alentaba y me jadeaba tanto Marisa como Eduardo y yo sabiendo que lo estaba haciendo bien y viendo que mi Berga seguía completamente hinchada por la excitación me senté sobre él y me restregué como pidiendo ser follada.
Mientras él amasaba y abría mis nalgas nos morreamos con la auténtica devoción.
Marisa_ te lo decía Eduardo estaba por lloro estrenar pero en una auténtica puta mira como se roza con tu polla pidiendo que te la folles, creo que todavía no se lo ha ganado.
No sé si en verdad quería que aquella polla me penetrase sí que es verdad que consoladores de aquel calibre ya me habían follado pero aquello era otra cosa siendo de carne.
Marisa_Susi no crees que te tendrás que ganar la follada. ……… y de paso el lubricante.
Mi mujer enseñándome el bote de lubricante con aquella sonrisa me estaba pidiendo algo con lo que en nuestras sesiones de sexo era ganarme el lubricante.
Levanté del sofá a Eduardo haciéndole ponerse de rodillas sobre él y separando lo que pude sus piernas abrí sus nalgas y comencé a pasar mi lengua por aquella raja del culo en la que lo había pelos hasta encontrar su sonrosado esfínter en el que mi lengua comenzó a juguetear durante un buen rato sintiendo como este se estremecía y te animaba amas mientras tanto Marisa jugueteaba con sus dedos en mí preparándome sin ninguna duda para que aquel macho me follase.
Me coloco boca arriba en el Charlon Marisa se sentó en mi cara y cogiendo mis piernas hacia ella dejó completamente mi culo bien expuesto.
Sentí los dedos aquel macho como habían traspasado mi esfínter y enseguida como aquel Bergón presionaba la entrada de mi ano y como poco a poco comenzaba a abrirse paso en mi estrecho esfínter sintiendo algo de dolor hasta que acabó la penetración ahora comenzaba un mete y saca que yo aliviaba saboreando lo profundo del coño de mi mujer y hurgando en su ano.
Marisa ya llevaba un par de orgasmos y mis jadeos y lamentos con mi respiración agitada junto a la de Eduardo llenaban de sonido aquel salón las embestidas de este iban a más sintiendo cada vez más profundo aquella verga tanto paliza como Eduardo solo a mis pelotas y mi polla manteniéndola en estado de erección.
Mi mujer leja de abajo para que me la metiese más al fondo que me lo metiese hasta los huevos que me diese duro y Eduardo me decía que ya era mujer y que disfrutase en aquel momento creo que lo estaba disfrutando de alguna manera aunque sentía bastante dolor y cierta humillación.
Sentí como Eduardo salió bruscamente dentro de mí y un instante después comunicara era rociada por aquel líquido blanco y su verdad penetraba mi boca entra abierta para descargar una buena carga de leche que yo fui hasta dejarla seca para luego ante mi sorpresa este fue recogiendo la leche de mi cara para depositarla junto con su saliva en mi boca.
Ante aquella situación Marisa terminó de hacerme la mamada hasta que me corrí en su boca y escupir como solía hacer toda mi leche en la mía dándome entonces un beso en la boca Eduardo.
Tanto mi mujer como aquel hombre se congratulaban de mi paso a mujer los dos comenzaron a liarse besos caricias y toqueteos yo como un autómata comencé a chupar la polla que ella dejadora bien dura para luego continuar con el coño de mi mujer para darle otro orgasmo este seguida se la clavo mientras yo abriendo su imponente culo me a comer su raja buscando aquel orificio este va cambiando de posturas a mi mujer teniendo la posibilidad de comerme el culo de esta y la voy a ver hasta que media hora o algo así ella cura el interior del coño de mi mujer.
Tres o cuatro orgasmos después de los de esta él le llena su concha yo saco su verga y la limpio y escurro hasta la última gota para luego tumbándome boca arriba esperar a que mi mujer en cuclillas deje caer la leche de Eduardo sobre mi boca.
Este también quiere saborear su propia leche del coño de Marisa luego que satisface a mi hembra teniendo dos machos pegándose por su coño encharcado de leche.
Es la hora de la comida y yo ayudo en la cocina a mi macho mientras Marisa sale de la vivienda con su vestido y las medias y sin ropa interior.
En la cocina los besos los mantienen bien calientes mientras tanto yo como Eduardo tus agachamos a chupar nuestras respectivas pollas.
Estamos cociendo una buena cantidad de pasta con champiñones y haciendo una salsa de nata para mí una gran cantidad algo que sin ninguna duda es para más de tres personas.
Ante mi pregunta a Eduardo sobre tanta cantidad de comida este pero la contestación que me deja algo descolocado.
Eduardo_ mira Susi tú ya eres mujer y tu mujer es más puta de lo que tú piensas la fiesta no ha acabado y tu fin de semana está por comenzar.
Desde la cocina podía oír los jadeos de mi mujer y como llega a un orgasmo momento en que Eduardo cogiéndome por la cintura me lleva hasta el salón para ver la escena mi mujer a cuatro patas está siendo follada por un hombre rechoncho con poco pelo y de los 60 años que la amistad con fuerza desde atrás mientras un tipo de unos cuarenta y cinco años le folla la boca.
Eduardo_ venga Susanita únete a la fiesta.
Cuando me dirijo a hacia el trío el hombre que está follando a mi mujer sale de esto ahoranzándose y metiéndome su lengua hasta la garganta para luego presionando a mis hombros hacerme chupar una verga de los 16 o 17 centímetros pero de un buen grosor con un capullo descomunal haciéndomela trazar entera en pocos segundos siento como una gran cantidad de leche empieza a fluir tragándola como puedo.
Al lado Eduardo coge el testigo y termino de sacar las últimas lechadas mientras el hombre de 45 años enviste con fuerza a Marisa en la misma postura de a cuatro.
Mientras Eduardo sigue mamando la polla del sesentol Este me morrea y me sola por todo el cuerpo hasta quitarme las bragas y levantarme el vestido y colocándose un condón meterme en dos o tres investigadas y estando de pie así hasta que me lleva al sofá y colocándome a la espalda del joven para que me coma su culo las investidas de este son cada vez más fuertes y un cuarto ahora después la saca y cogiéndome por el cuello me coloca de rodillas junto a Eduardo para comenzar a derramar su leche entre ambas bocas para luego besarnos a ambos en la boca.
El joven también se ha corrido en el coño de mi mujer y primero limpio su verga para luego hacer lo propio con el coño de esta junto a Eduardo que se une a mí.
Habéis visto al cornudo de mí maridito vestido de putita y al hombre que la ha desvirgado la fiesta está asegurada todo el fin de semana.
Una respuesta
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