Y efectivamente había . Somos un matrimonio de cuarentena , nuetsros hijos salen y entran a voluntad y el primero está a punto de terminar la universidad.

Estamos en un momento dulce , nuestra relación , nuestros hijos , nuestro buen vivir y nuestras amistades , todo marcha bien.

Y con mi esposa gozo con el sexo y acariciamos nuestros cuerpos siempre que podemos.

Pero al parecer ella levanta pasiones cercanas.

Nuestro vecino más cercano aprovecha siempre que puede para espiar nuestra intimidad.

Le hemos pillado vigilando nuestra casa con prismáticos en busca supongo de encontrar algo jugoso como el cuerpo de mi mujer.

Su esposa pasa muchas noches en el hospital trabajando y está a solas y es un voyeur impenitente.

En el verano siempre que puede y sabe que mi mujer está en la piscina se acerca y saluda . Luego sus cortinas se descorren y rastrea con la mirada .

Pero lo que voy a contar es algo indebido.

Ella estaba sola en casa y descubrió dentro de la casa al vecino espiándola en la ducha.

Al parecer había entrado por una puerta trasera y se hizo el tonto cuando fue descubierto diciendo que había llamado y al ver la puerta abierta pensó que no se le oía.

Lo cierto es que ahora ella recibe mensajes sibilinos que me los ha entregado al cabo de un año donde le plantea tener encuentros furtivos.

Yo le notaba a veces sobreexcitada y sabía qué pasaba .Pero una noche me lo desveló y me contó lo de la ducha.

Lo hablamos largamente y decidimos no hacer mayor caso y sobre todo no tener relaciones con ellos.

Pero el caso es que seguía. Los mensajitos eran provocadores , impersonales , escritos en ordenador y cada vez más procaces.

Había que demostrar que eran de él y eso llevaba su tiempo.

Acudimos a un detective y nos aconsejó paciencia , que ya caería por sí solo.

Y cayó , su esposa lo pilló fisgando por la ventana a ella en bikini y lo puso a caldo.

Se oyó la riña y el contenido.

Hoy se han separado y descansamos .